Sisterhood is a concept exclusive to women, going far beyond mere brotherhood. While conceptually both might initially seem like two sides of the same coin, sisterhood involves, without exaggerating, more life-or-death elements. It’s no surprise, nor does it need explaining, that Mexico has a historically macho context, a reality that continues today for virtually anyone who lacks the “macho” quality. From women to children, and even men themselves, machismo is a reality that affects everyone.
For this reason, Eugenia Martínez, in a sort of celebration of her body of work over the years, dedicated herself to creating an exhibition that invites reflection on these issues, but above all, aims to open the doors of sisterhood; to understand that it is a problem for everyone and that there is no benefit in criminalizing one and alienating others.
One of the most powerful characteristics of the exhibition is its ability to invite collective and sisterly reflection. Martínez uses everyday objects and archival images to narrate the historical struggle of women, connecting the past with the present. This approach turns “Todas Juntas” into a kind of tribute to female resistance and a call to action for a more just future.
What stands out is how the artist transforms the ordinary into a sharp critique of the social structures that perpetuate violence. The exhibition manages to raise awareness not only of visible violence but also of the everyday microaggressions that often go unnoticed. In sum, “Todas Juntas” is a cry for equity and a demand to transform contemporary societies towards a more inclusive and violence-free model.
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La sororidad es un concepto exclusivo para las mujeres, va mucho más allá que la hermandad. Si bien conceptualmente ambas pudieran a primera vista parecer de la misma cara de la binariedad, es en el la sororidad que que se involucrán, por no exagerar, más elementos de vida o muerte. No sorprende ni hace falta explicar el contexto histórico machista de méxico, es una realidad que perpetúa hoy en día a todo aquel que prácticamente carece de lo “macho”. Desde mujeres, infancias e incluso los mismos hombres, el machismo es una realidad que afecta a todo mundo.
Por ello mismo Eugenía Martínez, en una especie de celebración de su cuerpo de obra a través de los años, se dedicó a realizar una exposición que invitara la reflexión acerca de estos temas, pero sobretodo en abrir las puertas de la sororidad; entender que es un problema de todos y no hay beneficio en criminalizar a uno y alejar a los otros.
Una de las características más poderosas de la exposición es su capacidad para invitar a una reflexión colectiva y sororitaria. Martínez utiliza objetos cotidianos e imágenes de archivo para narrar la lucha histórica de las mujeres, conectando el pasado con el presente. Este enfoque convierte a "Todas Juntas" en una especie de homenaje a la resistencia femenina y en un llamado a la acción para un futuro más justo.
Lo que resalta es cómo la artista transforma lo ordinario en una crítica incisiva de las estructuras sociales que perpetúan la violencia. La exposición logra generar conciencia no solo sobre la violencia visible, sino también sobre las microagresiones cotidianas que pasan desapercibidas. En conjunto, "Todas Juntas" es un grito a favor de la equidad y un reclamo para transformar las sociedades contemporáneas hacia un modelo más inclusivo y libre de violencia
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